jueves, 30 de diciembre de 2010

Un elogio singular

Había pensado antes en lo que es el amor, pero quizá lo había hecho de un modo más vano, más mundano, más poco precavido…había pensado en las palabras y las ilusiones que generan las  cartas que se escriben y las que se reciben en las primaveras…las miradas que se pierden entre las caminatas colegiales en las calles…esas frases que se dicen porque se sienten, y que se desvanecen en el tránsito común de los días…había pensado antes en el amor dije pero creo que acertadamente o no, fútilmente o no, no había pensado como piensa aquel mortal que sueña no morir del todo…he dibujado y desdibujado  muchas veces los recuerdos, he construido fractales de añoranzas, he discutido con la luna que en verano no descansa….he buscado tu sonrisa antes, he sostenido tu mirada en otro entonces y he besado tus labios sin tocarlos, como se besa a una mujer que hace sentir su piel ardiente aún en el ocaso perdido en alguna noche estrellada de Vang Gohg, suspendida así misma ella como un alma en vela en frente del ciprés….No sé tampoco por qué pienso hoy en el amor, será el deseo delirante de tenerte que me pone casi ausente en mi presencia y se cuela en mi inconsciente que te necesita y que te anhela….será que escondo en versos sin sentido las palabras que quisiera susurrarte al oído en medio de la noche, será que pongo en entredicho que no es ningún capricho ese de verse  sentado en la noche buscando la estrella que tu viste para no perderla, para mandarte en ella los mensajes que se difunden en las noches cuando nuestros cuerpos sedientos de placer explotan, llenos de pasión se extasían buscándose…te quiero mujer más por lo que escondes que por lo que revelas, más por lo que callas que por aquello que en palabras dejas..te quiero mujer no porque eres mía sino porque sin serlo ya tu sonrisa veía….

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