viernes, 22 de abril de 2011

Mañana del día cuatro

Veinte años después me despierto y siento que como ayer quiero cambiar el mundo, quiero que lo difícil no sea tan difícil, que las palabras te amo o te quiero sean más que lo que son, despierto y veo un mundo que se contrapone a los sueños de muchos, una realidad que atropella las más firmes intenciones, despierto y  pienso en aquellas cosas que nos hacen más humanos, aquellas cosas que dan un sentido aparentemente lógico a la tarea de vivir….sueño contigo aunque la imposibilidad de estar me vuelva marioneta del presente, deseo y anhelo cambiar aquellas cosas que nos distancian en vez de unirnos, deseo que sea diferente la sensación de no tenerte, deseo que hoy tú como yo podamos mirarnos frente a frente…deseo amor menos confusiones, menos malos entendidos, deseo no escribir, deseo no omitir, deseo ser clara al decir lo que pienso, deseo que sientas como siento yo que somos una sola en el silencio….es difícil veinte años después sentirme igual de niña ante el mundo, sentirme débil e impotente ante lo que quiero, verme frágil ante lo que anhelo, sentirme indefensa ante la batalla de distancia que invade nuestros cuerpos…hoy me siento tan pequeña como aquella alma en el desierto que busca su otra parte sedienta en espera y en silencio…  

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