viernes, 26 de noviembre de 2010

Hay miradas que se perdieron en los atardeceres vividos,  como aquellas que vieron el horizonte y después de algunos años quedaron cubiertas por los tejados...olores que se diluyeron en el tiempo, que buscas una y otra vez cuando caminas sobre rocas, olores que se perdieron en el peldaño del olvido...gotas de agua que se vieron caer cuando los ojos se iluminaban, tades de invierno que transcurrieron en silencio, en el eco mismo de unísono vivivido...las notas suspendidas en las cuerdas, que aún vibran con el movimiento tardío, aquellas cuerdas cubiertas por el polvo que quedaron en el diván rojo y en el concierto a voz que con risas y alcochol quedó suspendido.... perduró el jardín que lleno de vida me recuerda el púrpura que habita al otro lado de mi ventana en cada amanecer...

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