martes, 5 de enero de 2010

OLVIDAR

Con frecuencia dudo entre lo que se siente olvidar y ser olvidado, son dos sentimientos que retuercen el alma, que a la luz de un indiferente pasarían sin ningún reaparo, pero que en almas con ahínco destrozan cualquier instante grato. Olvidar puede ser tan simple, como el perder de vista la primer caricia de la infancia, como robarle a un niño su único dulce, o arrebatarle a una madre su bebé de las manos...sentirse olvidado puede ser tan difícil como no recordar la camisa que se usó ayer, o pasar en alto el cumpleaños de un amigo del alma. Es el olvido euforia de recuerdos, porcelana de museo, bagatela de un mundo cruel que sabe que el recordar solo alimenta el ego propio, solo sirve para nutrir un albúm en sepia como el mío, aquel que por mi propio olvido adorna el desván en el que lo dejé aquel día en el que pude sentir tu olvido.....

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